La inteligencia colaborativa como polo de productividad

Por el diciembre 4, 2018

La inteligencia colaborativa suele definirse como forma de inteligencia emergente de la acción de muchos individuos que interactúan entre sí en el contexto de la cultura digital. En ella, cada individuo actúa de manera autónoma desde su posición, participando en una red para crear algo o solucionar algún problema. Las comunidades virtuales son un buen exponente de esta inteligencia colaborativa, si bien también existe en un plano más terrenal como es el entorno empresarial. Y es que ya sabemos que, en un momento tan cambiante y competitivo como el actual, el reto pasa por potenciar esa inteligencia colaborativa para conseguir compañías inteligentes y lo suficientemente versátiles para adaptarse a cualquier cambio y necesidad.

La interacción, elemento clave en entornos colaborativos

Lo primero que debe existir en un entorno colaborativo es un objetivo común, esto es, una misión que requiera de la implicación de todos los miembros que conforman la empresa. Cada uno de ellos deberá poner al servicio del objetivo común sus puntos fuertes, aquellas habilidades que pueden acercar al conjunto hacia la meta y sirven asimismo para contrarrestar las debilidades de otros compañeros. Todos se complementan entre sí, actuando como microexpertos en determinados asuntos y poniendo al servicio del bien común sus competencias, conocimientos y experiencia.

Un entorno laboral donde se promueve la inteligencia colaborativa debe promover asimismo el debate, el intercambio mutuo de opiniones y dudas, el feedback, la comunicación y la escucha activa. La interacción es en realidad la pieza clave para la toma de decisiones desde la asertividad y el diálogo, convirtiéndose en premisa para obtener soluciones más creativas e innovadoras. Dicha interacción es asimismo el elemento que sirve para diferenciar la inteligencia colectiva (introducida por Pierre Lévy en 1994), donde la solución es fruto de la suma de contribuciones que varias personas aportan de manera individual para resolver el reto, de la inteligencia colaborativa, donde la cooperación entre las partes es un elemento fundamental.

inteligencia colaborativa

Ventajas de la inteligencia colaborativa

Aplicar la inteligencia colaborativa en cualquier área de la empresa servirá para fomentar el trabajo en equipo, mejorar su rendimiento e incrementar el compromiso con el negocio. La satisfacción laboral y el orgullo de pertenencia también se multiplicarán significativamente.

Para explotar al máximo esa inteligencia colaborativa es necesario facilitar a los empleados espacios físicos y virtuales donde estos puedan cooperar, compartir e intercambiar ideas de manera fácil y cómoda. Las herramientas y tecnologías 2.0 también servirán para vehicular el diálogo de manera más ágil. Crear equipos cuanto más multidisciplinares mejor también es fundamental porque, así, el conjunto se asegura contar con expertise en cuantas más áreas mejor.

De la misma forma que se promueve la resolución colaborativa de retos a través de espacios físicos y virtuales, donde compartir progresos, ideas y conocimieto, el feedback también deberá darse en cascada, de manera que todos sean informados por igual de los cambios y nuevas fases que se sucedan a lo largo del proyecto. Ser informados asimismo de los logros conseguidos a medida que avanza el proyecto, reconociendo la labor en cada uno de ellos, también servirá como elemento para fidelizar ese talento colectivo.

Y tú, ¿dirías que trabajas en una empresa que apuesta por la inteligencia colaborativa para la resolución de retos y desafíos? ¿Ya has notado cambios en términos no solo de compromiso, sino también de productividad?


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