Organizar el aprendizaje continuo se ha convertido en una necesidad para atraer y retener el talento. También es esencial para permitir la transformación de la organización. Así que la cuestión no es porqué los departamentos de L&D deberían tener una política de aprendizaje continuo, sino como promoverla. Te presentamos 3 drivers complementarios para impulsarlo. Crear
Las organizaciones hoy en día se mueven en un entorno cambiante y competitivo, por lo que es necesario que mantengan una constante renovación y aprendizaje. Así, el Plan de Formación es una estrategia fundamental de cara al desarrollo personal y profesional de los empleados y a la adquisición y mejora de competencias. De esta forma,
Aprender es buscar nuevos significados. Como si de un explorador se tratase, el formando debe aceptar el riesgo de cometer errores, de llegar a callejones sin salida. Y, por su parte, el diseñador de la formación debe producir entornos seguros y de apoyo en los que los formandos se convierten en fabricantes de conocimiento. Ningún
Concebir una formación consiste en permitirle a los alumnos el poder usar diferente palancas que les motiven. A través de una selección y estructuración cuidadosa de los contenidos. Y también es poner a los participantes en una situación en la que tengan que resolver problemas, vivir experiencias, lo suficientemente intensas como para empujar y cambiar
A lo largo de nuestro recorrido como alumnos, todos recordamos a un maestro que explicaba bien, que nos ayudó a entender. Pero ¿qué es “entender”? ¿Y cómo facilitar la comprensión? ¡La explicación más efectiva es la del propio alumno! Lo que la neurociencia nos dice sobre la comprensión: Entender es crear una relación entre cosas
Engage (Participar), Explain (Explicar), Experiment (Experimentar), Explore (Explorar), Embark (Embarcar). Las “5E”, son a la luz de la neurociencia y la ciencia educativa, los principios que subyacen en nuestras prácticas de formación y las experiencias que creamos para nuestros formandos. Oímos a menudo cosas como… “¡Tienes que motivar a los estudiantes!”. Sí, pero ¿cómo hacerlo
La Real Academia de la Lengua define la palabra ‘competencia’ como “pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”. Las competencias, a su vez, pueden ser de distinta índole, técnicas, interpersonales, emocionales, etc., pero todas, en su conjunto, aportan matices únicos a quienes las reúnen. Entre las mejor valoradas por