Una compañía de seguros está lanzando ahora una campaña publicitaria basada en un concepto curioso que ya había leído en la preciosa trilogía de Edouard Punset y es el de “desaprender” . Este concepto supone deshacer las conexiones neuronales que ya no nos son útiles. En nuestro desarrollo como personas aprendimos a hacer puzles, a
“Se nos pide demasiado”, me decía un Mando Intermedio de una empresa farmacéutica. “Hay que ser economista, abogado, psicólogo, sociólogo, ser un buen líder en diferentes circunstancias, resolver conflictos, ser creativo, saber comunicar, motivar, crear equipo, supervisar y controlar,…¡es mucho para mí, que no tengo estudios superiores!”.
Cada vez aparece con más insistencia en los planes de formación el concepto “coaching”, y en alguna conversación informal con algún Responsable de Formación ha surgido la pregunta: “¿Es otro invento de las consultoras para sacarnos nuestros escasos fondos para formación?”. En cada uno de nosotros hay un mecánico del automóvil, un preparador físico o
Hablaba hace unos días con un Key Account Manager responsable de la comercialización de productos alimentarios en una empresa de Gran Distribución, y me preguntaba por el límite en la relación profesional con su cliente. Verás, me decía, por una parte en mi empresa me aprietan, me dicen que mi trabajo es “estar en la
“La vía para el futuro de la humanidad”. Edgar Morin. Ed. PAIDOS 2011 “La técnica es la que permite a los humanos dominar las energías naturales. Pero también para someterlos a la lógica determinista, mecanicista, especializada y cronometrada de la máquina artificial. Impone esa lógica a un número cada vez mayor de sectores de la
Estuve el jueves de la semana pasada visitando a dos Responsables de Formación de dos empresas muy distintas. Una de gran distribución y otra una industria. El primero de ellos es ya un cliente viejo conocido que me contó las dificultades por las que está pasando el sector y los recortes que está sufriendo la
Érase una vez, hace mucho tiempo y en un lejano país, dos niños que eran muy buenos y muy amigos. Uno de ellos de mayor quería ser jardinero, y se pasaba todo el día entre flores y plantas. El otro también era un enamorado del reino vegetal, pero le gustaban más los frondosos árboles del