¿Grandes personas hacen grandes equipos?

Por el marzo 3, 2015

En estos momentos, uno de los temas que más importancia ha cobrado dentro del mundo de RRHH es la creación y el desarrollo de buenos equipos de trabajo. Sin duda, las empresas necesitan más que nunca equipos fuertes y estables, pero también versátiles y flexibles, con los que hacer frente a las exigencias del mercado.

Todo este interés responde a un problema muy común: “He contratado a personas con altas capacidades, grandes conocimientos, que sin embargo, no son capaces de conectar con su equipo, se vuelven improductivas cuando el trabajo involucra cooperar con otros compañeros. Incluso, parece que transmiten esa incapacidad para integrarse a los demás, crecen los desentendidos y la gente finalmente opta por implicarse al mínimo”.

¿Podríamos considerar la capacidad de trabajar en equipo una competencia como tal?

trabajo en equipo

Ante esta situación no es fácil actuar racionalmente, tendemos a culpar a las personas de forma directa, cuestionamos su motivación y su interés en el trabajo. Esto complica más aún la situación ya que fomenta la tensión y el rencor y hace más difícil la búsqueda de una solución.

Si por el contrario adoptamos una actitud proactiva desde el principio, estos problemas podrían no plantearse. Es importante tener claro que los seres humanos buscan realizarse a través de su trabajo, están preparados para dar lo mejor de sí, si sabemos crear las condiciones adecuadas.

Tenemos que ampliar nuestra visión de las personas para formar formar un equipo de trabajo.

Al margen de los conocimientos técnicos, formación o experiencia, también debemos tener en cuenta las necesidades emocionales de cada persona y el significado, el valor relativo que aporta cada individuo a cada aspecto de su trabajo, sobre todo, cuando se desarrolla en grupo. Unos querrán ser importantes, sentirse líderes y responsables del equipo, aunque para ello tengan que tensar la relación con sus compañeros e imponerse. Otros preferirán la armonía y el buen clima, aunque signifique que tengan que ceder, a veces, ante decisiones y métodos que no les gustan, solo para evitar el enfrentamiento. Otros sencillamente buscarán ser valorados, sentir que los demás piensan que están a la altura de las circunstancias, sintiéndose verdaderamente aislados si no perciben que son miembros funcionales.

Para desarrollar el trabajo en equipo EL ELEMENTO HUMANO® actúa sobre las personas.

Hay personas que son buenas haciendo sentir a los demás miembros plenamente integrados, otras que destacan fomentando un buen clima en el equipo de trabajo y otras que saben muy bien como motivar a los demás dirigiéndolos hacia un objetivo común.

Por todo ello es importante medir estas necesidades y recursos, conocer a cada miembro del equipo y encontrar la forma de que encaje con el resto, de que exista una manera mediante la cual sus necesidades específicas sean cubiertas por los demás, por una parte, y por otra, que pueda aportar sus recursos para cubrir las de sus compañeros. Este punto es donde se centra la cuestión, en la forma de crear ese mecanismo dinámico donde todos dan y reciben.

Para trabajar en equipo,  las personas deben conocerse bien.

Pero nada de lo que sepamos acerca de las personas es realmente útil si no utilizamos una última herramienta para ponerlo todo a punto: la comunicación. Mediante una comunicación clara, sencilla y multidireccional, en la que exista la verdadera escucha, es posible lograr ese mutuo conocimiento.

Todo este tema encierra una gran problemática. A partir de lo que hemos visto, ¿podríamos considerar la capacidad de trabajar en equipo una competencia como tal? ¿O más bien como un conglomerado de factores que solo podemos analizar por separado? ¿Necesita cada miembro aspectos distintos o similares a los demás para compatibilizar con ellos? ¿Es posible hacer compatible a un equipo que no lo es? ¿Se puede entrenar? A todas estas preguntas se enfrenta el profesional de RRHH actual, preguntas que darán mucho que hablar en un futuro inmediato, ya que su respuesta es clave para el desarrollo y la supervivencia de las organizaciones y empresas de cualquier nivel.

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